Para ti mujer que estas en la etapa
de la edad de los años maravillosos y las oportunidades que la vida nos
ofrece. Quizá ya no tengamos el mismo
cuerpo que a los 20 años, pero envejecer (aunque no lo crea), brinda sus
propias ventajas. A continuación una
lista de los 10 dones más importantes que ofrece la edad.
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Podemos portarnos de manera “vergonzosa”
“Para mí esto significa reírse a
carcajadas en público, abrazar con ímpetu a una gran amiga a la que no hemos
visto en mucho tiempo o utilizar alguna palabra picante para dejar claro lo que
se quiere decir. Nos sentimos libres en nuestro actuar, sin escrúpulos, ni en
el que dirán.
Podemos cuidar de nosotras mismas… y lo sabemos perfectamente
Una ventaja de la edad es la
confianza profunda y ganada a pulso en mi capacidad para recuperar el
equilibrio cuando algo no nos sale como lo habíamos planificado.
Podemos decir que No y punto
Poder mencionar esta palabra
maravillosamente firme y enérgica sin sentirnos culpables, dar explicaciones o
tener remordimientos, significa liberarse de la prisión de las
obligaciones. A nuestra edad
definitivamente nos hemos ganado este privilegio.
Disponemos de más tiempo para dar
rienda suelta a nuestra capacidad creativa
La mayoría de nosotras disponemos de
más tiempo libre, de modo que podemos desarrollar nuestra creatividad de manera
más plena. Y puesto que no necesitamos
probarnos a nosotras mismas, nos inclinamos más a intentar lo que sea.
Encontramos nuevos intereses y re-descubrimos nuestros talentos.
El sexo se vuelve más espiritual
Existe una profundidad de sentimiento
entre una y su compañero que vuelve menos importante el rendimiento en el sexo
y le inyecta más un significado de ternura y de compartir. El amor hay que cuidarlo y disfrutarlo.
No tenemos que cocinar si no queremos
hacerlo
Actualmente hay muchas ocasiones en
las que me concedo la libertad de poner en práctica mi credo de no cocinar como:
Comprar algo para llevar, o llamar aún delivery, o si no por qué no salir a
comer aunque sea un menú si es durante la semana o algún sitio bonito los días
domingos, y por supuesto en fechas importantes. Todo dentro de las posibilidades.
Podemos echarnos un sueñito a gusto
Nos podemos relajar puesto que manejamos
mejor nuestros horarios, sin presión y sin prisa. Gozar de ese momento para levantarnos con más
energía y entusiasmo.
Podemos olvidarnos de la culpabilidad
Hay un dicho que dice: “Muéstrame a
una mujer sin culpabilidad y te mostraré a un hombre”. Es hora de desprendernos de la culpabilidad. Somos seres humanos y tenemos derecho a
equivocarnos; cada persona toma sus propias decisiones de la vida que quiere
llevar. Dios nos dio libertad, está en
nosotros en hacer las cosas con amor, dando buenos ejemplos, y ser coherentes
en la situación en que nos encontremos.
Aprendemos a aceptar las cosas como
son
Una de las alegrías de la madurez es
darnos cuenta de que está muy bien abandonar el intento de controlarlo todo y
aceptar las cosas como son. Cuánto
alivio.
Nuestra “glándula de la sabiduría”
entra en acción
Nuestra rica experiencia nos otorga
una perspectiva más amplia, una comprensión más profunda de lo que es realmente
importante en nuestras vidas.
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