Las bolsas debajo de
los ojos, las ojeras, la hinchazón y el color cetrino que la piel muestra
después de una noche de insomnio o de desvelo se dan por la misma razón por la
que la gente con desfase de horario después de un largo viaje en avión se ve
tan mal: el reloj corporal y las hormonas, están fuera de sincronización.
El reloj corporal de la
mayoría de la gente está puesto de tal manera que les permite dormir de noche y
despertar por la mañana. Estos relojes
internos también están programados para liberar ciertas hormonas a determinadas
horas del día.
Tal vez se haya fijado
en que por la noche, antes de acostarse, tiene los ojos hinchados y se ve
cansada y agotada. ¿Por qué no se ve así
por la mañana? Suponiendo que haya
dormido lo suficiente durante la noche, sus hormonas repuntan conforme se
acerca la mañana y preparan a la piel para despertar.
Una hormona que alcanza
su nivel más alto principalmente por la mañana es el cortisol, que es segregado por las glándulas suprarrenales. El cortisol
tiene un impacto espectacular en la piel: ayuda a regular la hinchazón. Al cambiar el nivel de cortisol, la hinchazón puede aumentar o reducirse.
Cuando duerme lo
suficiente, el cortisol llega a su
máximo nivel a la hora prevista: por la mañana.
Ayuda a reducir la hinchazón matutina y contribuye a que la piel se vea
descansada y repuesta. Por el contrario,
una desvelada o una noche de insomnio confunde al reloj corporal, de modo que
el cortisol no alcanza su máximo
nivel a la hora debida. Entonces uno se
levanta con el semblante pálido e hinchado.
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