De
los 30 a los 40. Es posible que nos salgan ojeras conforme la
piel debajo de nuestros ojos se hace más delgada y expone el pigmento
que hay debajo. También puede ser que notemos nuestras
primeras líneas de expresión o arrugas.
Tal vez apenas se perciban o bien destaquen mucho, según si tenemos la
piel oscura o clara y a cuánto sol nos hayamos expuesto durante la adolescencia
y entre los 20 y los 30 años. En algunos
casos la grasa debajo de las mejillas, empieza a colgarse, jalando la piel que
hay debajo de nuestros ojos.
De
los 40 a los 50. La
piel empieza a perder su grosor y elasticidad juveniles y es posible que
descubramos las primeras líneas de expresión y arrugas. También nos salen unas líneas más profundas
en las comisuras de los ojos. Estas
patas de gallo, son más pronunciadas si tenemos la piel blanca, fumamos alguna
vez o fuimos unas adictas al sol de jóvenes.
De
los 50 a los 60. Las arrugas se profundizan, sobre todo en la
zona de las patas de gallo. La piel se
cuelga más, por lo que nuestros párpados superiores empiezan a acercarse a las
pestañas.
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