Contra el calor. Si lava los platos con agua
caliente, sus manos estarán resecas y arrugadas para cuando enjuague el
último. De la misma forma es posible que
un baño o una ducha con agua tan caliente que echa vapor la haga anhelar su
crema líquida horas más tarde. Eso se
debe a que el agua caliente puede resecar la piel. A fin de evitar este efecto, báñese o dese una
ducha con agua tibia en lugar de caliente.
Investigue los ingredientes del jabón. Bañarse con jabones fuertes puede
hacer que la piel se sienta como papel de lija, así que limítese a limpiadores
suaves como Cetafhil. Este tipo de productos limpian la piel sin
irritarla y la recubre con una capa humectante.
Compre limpiadores con ingredientes con agua, glicerina, sulfato de
sodio, alcohol cetílico.
Séllela bien. El mejor momento para humectar la
piel es enseguida de la ducha o del baño, cuando aún está mojada y es posible
sellar la humedad.
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