jueves, 29 de agosto de 2013

Consejos para aprovechar sus ejercicios

Usar el calzado adecuado.  Conforme envejecemos, nuestros pies, tobillos, rodillas se hacen más vulnerables.  Usar el calzado indicado para su actividad le protegerá al acojinar y estabilizar sus pies, y servir fundamentalmente, como unos pequeños amortiguadores.

Sostener los senos. Al hacer ejercicios se debe usar un sostén (brasier) deportivo adecuado que sostenga sus senos cerca de su cuerpo.  De otra forma los movimientos que implica el ejercicio aeróbico pueden tener como consecuencia que se le cuelguen.


Hacer calentamiento.  Su cuerpo cuenta con un motor propio así como con partes que requieren estar funcionando por varios minutos antes de cambiar a una velocidad más alta.  El calentamiento proporciona una transición gradual del reposo a las demandas fisiológicas del ejercicio.  Un buen calentamiento fundamentalmente pone en movimiento su sangre, vuelve más elásticos sus ligamentos y tendones y suelta sus músculos, de modo que se reduce el riesgo de que se lastime.

Lo que mejor funciona son unos estiramientos ligeros y una versión lenta de la actividad que está a punto de hacer.  Haga cualquier cosa que ponga en movimiento sus brazos y piernas durante 5 minutos.

Enfríese y estírese. Su cuerpo necesita bajar de velocidad lentamente, en lugar de hacer alto repentinamente después de una caminata rápida.  El enfriamiento se asemeja al calentamiento, sólo que en lugar de ir acelerando la velocidad poco a poco esta se hace gradualmente más lenta. De esta forma el ritmo cardíaco disminuye de manera paulatina, lo cual le evitará sentirse mareada o desfalleciente.

El mejor momento para hacer estiramientos también es al finalizar el ejercicio, porque sus músculos siguen calientes.  Un buen estiramiento de 20 a 30 segundos de cada uno de los grupos principales de músculos, los brazos, las piernas, el abdomen, la espalda y las asentaderas, ayuda a aumentar la elasticidad y a prevenir lesiones.


Evite las ampollas.  Ya sea que camine, corra, haga excursiones, juegue tenis, las ampollas pueden poner fin a su actividad física muy pronto.  A fin de evitarlas antes de que aparezcan, recubra sus pies limpios y secos con el antitranspirante que acostumbra usar.  Puede ser de cualquier tipo, en aerosol, de barra o de bola.  Sólo asegúrese de cubrir los pies completamente.

Inténtelo diariamente durante 5 días antes de salir a correr o a caminar, o bien una o dos veces por semana de forma indefinida.  Este método funciona al reducir el sudor, el cual crea la fricción que produce las ampollas.

Si le sale una erupción o se le irrita la piel, trate de usar el antitranspirante cada dos días o cambie de marca.  Si la irritación continúa, deje de usarlo. 

Tomar agua.  Cuando hace ejercicio pierde más líquido a través del sudor debido a que sus músculos consisten en agua más o menos en un 70 por ciento, necesita reponer esos líquidos para no empezar a sentirse débil antes de terminar sus ejercicios.  Una buena regla general dicta tomar 8 vasos de agua al día, antes, durante y después de los ejercicios.

Pierda sus preocupaciones.  Para que el ejercicio la relaje tiene que hacer lo propio mientras se ejercita: relajarse.  Hacer ejercicios mediante 30 minutos diarios reduce la ansiedad; siendo posible que el simple hecho de desprenderse temporalmente de sus preocupaciones cotidianas haya reducido su ansiedad.

Hacer pesas.Es muy conveniente combinar los ejercicios aeróbicos con pesas. Porque en conjunto son una estrategia doble contra un cuerpo fofo.  El ejercicio aeróbico quema la grasa mientras que las pesas tonifican los músculos.  El resultado es un cuerpo más firme y mejor delineado.

Es más, los ejercicios con pesas le dan un empujón adicional al metabolismo porque desarrollas los músculos, lo cual .quema más calorías. Y entre más fuertes sean sus músculos, más aprovechará sus ejercicios aeróbicos.  Podrá hacer ejercicio por más tiempo y no se sentirá tan cansada después.

Use música más lenta.  La música debe estar lo bastante lenta para que pueda apoyar el pie adecuadamente.  Trabajar de puntas porque la música demasiado rápida la hace correr el riesgo de lastimarse el pie o la pierna.  Si no quiere decirle a su entrenador que use música más lenta o si está trabajando con un video de ejercicios y no puede cambiar la música, realice el movimiento a la mitad de la velocidad.

Diviértase.  Cuando éramos niñas hacer ejercicios era lo máximo.  Subíamos las escaleras a toda velocidad, corríamos a casa para cenar, brincábamos al escuchar algo que nos emocionaba y deseábamos con ansias que llegara la hora del recreo,  El ejercicio debe seguir siendo nuestra hora del recreo. 

La mayoría de las mujeres tenemos tanta responsabilidades además del trabajo que no cumplimos con el ejercicio si se convierte en un punto más en la lista de lo que debemos hacer. Buscar dentro de las actividades cotidianas algo que le sea divertido y se sienta bien sin dejar de hacer ejercicio, por ejemplo: poner al bebe en el coche y salir a caminar, bailar, llevar a los niños a patinar o pasear en bicicleta.


Consígase una compañera.  Una compañera de ejercicios puede ayudarle de varias formas.  En primer lugar puede motivarla cuando se sienta cansada o desanimada.  En segundo lugar, hacer ejercicio con una amiga puede convertir la sesión es una actividad social, de modo que se divertirá más.  Y lo más importante es que una amiga puede ayudarle a mantener su compromiso.  Si no tiene ganas de hacer ejercicio pero su amiga cuenta con usted, es más probable que se ponga las zapatillas y salga a la calle.

Persevere. La condición cardiovascular requiere un mantenimiento constante.  Si hace ejercicio 5 días a la semana durante varias semanas, y luego la baja a 1 día por semana, habrá perdido el 90 por ciento de lo logrado al cabo de 12 semanas.  Así que hágase un favor a sí misma y a su corazón y convierta el ejercicio en una parte permanente de su rutina.



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