La
verdad que usar maquillaje es una
habilidad y la práctica hace al maestro, como sucede con cualquier
habilidad. Al principio tendrá que
experimentar con el maquillaje hasta que encuentre los productos adecuados para
su cutis y descubra su propio estilo de pintarse. Ahorrará
dinero y aprenderá más rápido si experimenta con uno o dos cosméticos a la
vez.
El lápiz labial y el rímel son fundamentales, de modo que debe
concentrarse en ellos primero. Encontrar
el lápiz labial correcto, es
cuestión de ensayo y error, incluso para las mujeres que se han pintado desde
hace años. Sin embargo, en términos
generales los lápices labiales cremosos
de tonos cálidos y suaves, suavizan
el aspecto de la piel madura y minimizan las líneas de expresión alrededor de
la boca.
Si
tiene diminutas líneas verticales alrededor de la boca, un delineador de labios incoloro evitará que su lápiz labial se corra. Los
tonos incoloros resultan prácticamente invisibles.
En
cuanto al rímel, debe evitar las
fórmulas que prometen hacer más gruesas las pestañas. Muchas contienen fibra, que puede darles un
aspecto grumoso y desaliñado a las pestañas.
Para hacer más gruesas sus pestañas puede espolvorearlas primero con
polvos y luego aplicar el rímel.
Después
debe practicar con el rubor o base,
el cual puede ser en polvo o en crema
según sea lo mejor para su cutis (seco, reseco, grasoso), y que le asiente
al color de su piel. Puede aplicar la base sólo en las partes decoloradas
de su cara; en la mayorías de las mujeres es en las mejillas, alrededor de la
nariz, debajo de los ojos y la barbilla, difuminándola
hasta que ya no se note dónde comienza ni termina. Una esponja humedecida con agua le ayudará a
difuminar la base a la perfección y
le dará un aspecto transparente, como si apenas existiera.
Puede
seguir con las sombras y demás
productos para los ojos, después que haya dominado lo básico. Sin duda no pasará mucho tiempo hasta que sepa
pintarse con confianza y se vea más juvenil.
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