Consienta
su cuello. No hace
falta utilizar cremas especiales para el cuello. Simplemente cuídelo con el mismo limpiador
suave y el rico humectante que aplica a su rostro. Póngase el humectante con movimientos
firmes de abajo hacia arriba.
Cuídelo
contra el sol. Cubra su
cuello diariamente con una loción con protección solar humectante o base de
maquillaje que cuente con factor de por lo menos 15. Si se va a poner sólo
loción con protección solar, use una cantidad más o menos al tamaño de un garbanzo.
También aplíquelo en su pecho. Los cuellos abiertos y los vestidos de
escotes bajos exponen el pecho al sol.
Para proteger su cuello
más aún, guarde un pequeño tubo de loción en su bolso o cartera y aplíquela
varias veces al día, porque una sola aplicación por la mañana no protegerá su
cuello durante todo el día, porque con el sudor o el roce; después de unas
cuantas horas ya no queda nada.
Desafíe la naturaleza. A fin de reducir las arrugas de su cuello, use lociones o cremas que contengan ácido glicólico. Estos ácidos naturales extraídos de las frutas y la leche eliminan por vía química, es decir exfolian, la acumulación de células muertas en la superficie del cuello y revelan la piel más fresca y nueva que hay debajo.
Protéjase
mientras duerme.
Cuando nos acostamos en una almohada tendemos a apretar la barbilla contra el pecho. En el transcurso de los años, conforme la
piel pierde su capacidad de recuperación, las arrugas por el sueño, se hacen
permanentes en el cuello.
Para mantener más terso el cuello, cambie su almohada normal por un rollo cervical. Estas pequeñas almohadas con forma de tronco están diseñadas para mantener alineada la barbilla con el cuello. Cabe hacer una advertencia, los rollos para el cuello llegan a tener un efecto secundario poco afortunado. Es posible que ronque más, pero su cuello se verá mejor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario