Ponga las gotas en los ojos; una vez que ya tenga
las gotas en los ojos, ciérrelos por uno o dos minutos y con el dedo índice
oprima su cara al lado de las comisuras de los ojos donde se juntan con la
nariz.
Mantener los ojos abiertos o parpadear enviará
las gotas al conducto lacrimonasal ubicado entre el ojo y la nariz. De suceder así, el ojo no se beneficiará en
absoluto de las gotas. Por el contrario cerrar los ojos y oprimirlos
con los dedos índices cierra ese conducto de modo que las gotas permanecen en
el ojo, donde deben estar.
Antes de abrir los ojos
seque la humedad que permanece sobre sus párpados cerrados.
Por último, si piensa que la gota no entró al
ojo, repita el procedimiento. No es
posible sufrir una sobredosis de gotas para los ojos.
Para colocarse
correctamente las gotas a los ojos
es necesario que incline su cabeza hacia atrás o acuéstese.
Separe el párpado inferior del ojo de modo
que forme una pequeña bolsa. Luego
exprima la gota del medicamento dentro de esa bolsa.
No permita que el gotero toque el ojo o el
párpado. Las bacterias pueden
contaminar el gotero si su cuerpo lo toca.
El contacto con el gotero también puede rayar la córnea.
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